«SITUACIÓN LÍMITE». MUA. Museo de la Universidad de Alicante. Comisaria María Marco.
EL SILLÓN VERDE ESMERALDA.
«Oscurecía … necesité mirar el horizonte, todo era armonía, nada me molestaba todo estaba en su lugar, en el cielo infinidad de grises y naranjas formaban un cuadro abstracto, la silueta de las palmeras y los árboles parecían sombras chinescas, era un decorado en el escenario de un teatro de contraluces…y allí ante mí, estaba el sillón verde esmeralda, el que diseñó mi padre y realizó con sus manos, mis ojos de niña admiraban su destreza, retrocedí en el tiempo.
El sillón verde esmeralda estaba rodeado de plantas salvajes cuando lo miré lo entendí todo, mi padre estaba allí con nosotros contemplando el mismo horizonte y disfrutando de vernos juntos, sabía de la gravedad del momento.
Entonces comprendí que estaba acompañándonos, sentí una sensación muy placentera, estaba feliz, era como si me dijese: no estáis solos, yo estoy aquí, fue una experiencia única y maravillosa.
El aneurisma de Aorta de mi hermano Antonio fue el causante de este reencuentro, los días transcurrían tranquilos con curas, medicinas y buenos alimentos.
Nunca olvidaré la mañana en que se bajaron a mi hermano al quirófano eran las 7,10 yo le bromeaba le sonreía, pero por dentro estaba aterrorizada, no podía con tanta responsabilidad.
De momento me di cuenta de la soledad más absoluta que mi hermano viviría hasta que le sedaran y mi espera la vivía en la más triste de las soledades… mi hija quiso acompañarme y apareció en el momento justo en el que yo empezaba a desesperarme… que dura es la espera cuando sabes que la operación es tan grave, después de 10 horas, sale la cirujana vestida entera de verde esmeralda, me da todo tipo de explicaciones, me habla de la circulación de la sangre, de las arterias, de los nuevos recorridos que a partir de ahora deben encontrar para que mi hermano se recupere, del dolor que sentirá hasta que terminen esos recorridos de la sangre, empecé a ver borroso, me mareo, debo sentarme si no quiero caerme.
Entramos a verlo, estaba despierto y decía que no le dolía nada… benditos calmantes… no podría creer que mi hermano estaba ya operado y que todo había salido bien, que la sangre continuaba circulando, sentí una necesidad de saber exactamente como es la circulación doble de la sangre, es increíble, es perfecta y la cirugía maravillosa, cuantos avances se han podido investigar para salvar vidas.
Estos días juntos en el hospital y después en su casa de campo de Alzabares hemos podido charlar de todo, de la vida, de la muerte y del presente.
En la tranquilidad del campo con las golondrinas que vienen todos los años a sus nidos, las dos gallinas que se pasean libres y la perra, lo completa el sillón verde esmeralda que nos dice que no estamos solos, mientras la fuente inagotable de la memoria nos lo recuerde en los momentos más importantes de nuestra vida.»
Imágenes de la exposición y las instalaciones.
Exposición realizada en el 20020.
