2007. ESTAMPA, Taller Baikal. Feria Internacional de Grabado. Madrid.

ESTAMPA 2007. “Ombligo, Enlace, Unión, Origen, Nacer, Ser, Vida”. Performance y Collage Haiku. Taller Baikal. Feria Internacional de Grabado. Madrid.

Imágenes y texto de la performance.

Realizada en 2007.

Ombligo…enlace…unión…origen…nacer…ser…vida…

Abro los ojos. La luz me deslumbra. Lloro. Hay ruido… Seres inmensos, con batas, me rodean. Ya no floto. Cortan el cordón por donde me alimento. Me siento solo. Descubro el mundo. ¿Quiero?, creo que no.

Principio de vida, centro del universo, el ombligo en sus múltiples formas, más o menos armónicas, es la pieza clave del paso de un estado de protección a otro individual, personal, fuera de la dependencia materna, donde se descubre un mundo más difícil menos cómodo para la existencia. Esta idea de desasosiego, de cansancio interno, está perfectamente expresada en el poema El ombligo de los limbos de Antonin Artau:

“Una fatiga de principio del mundo, la sensación de estar cargando el cuerpo, un sentimiento de increíble fragilidad, que se transforma en rompiente dolo…”

Desde los desnudos mitológicos del barroco hasta la propia utilización del propio cuerpo como soporte artístico con el body art, el cuerpo ha sido un elemento de fascinación para los artistas: el cuerpo objeto, el cuerpo lienzo, el cuerpo pincel… El cuerpo artístico se refleja tanto en las esculturas andantes de Piero Manzoni como en las jóvenes embadurnadas de pintura de la sinfonía monótona de Yves Kline.

En su serie de Japón, Mª Dolores Mulá nos mostraba toda clase de pies: grandes, pequeños, delgados, redondos, pies de niños, de adultos, de hombre y mujer. Eran pies libres, no sujetos a una venda, a un zapato, a un tacón. Pies rojos y verdes, que flotaban en el espacio de la galería, que subían por las paredes y descansaban en el suelo. El pie es la zona del cuerpo que más se acerca a la naturaleza, a la tierra madre, esa parte del cuerpo que hunde sus raíces en el suelo.

El nuevo motivo es el ombligo, tanto estética como conceptualmente. En su variada estructura, encontramos formas infinitas, cada una de ellas más personal y distinta. Aunque sin olvidarla parte estética, Mª Dolores nos remite en estas piezas al ombligo como origen del mundo, fuente de vida y principio universal. Esa parte fascinante en mitad del tronco que nos sugiere poemas como Tu ombligo mío de Gilberto Ramírez Santacruz:

“Fue el principio de tu vida y es el fin de la mía”.

Estampar el origen, el principio de vida y dejar constancia de ello, es la idea de la performance que nos propone Mª Dolores. Seis mujeres, seis ombligos, pintura y acetato. El cuerpo como plancha, como herramienta de trabajo. Un estampado cálido con pigmentos, con piel, con calor humano. Cuerpos de mujeres, ombligos embellecidos por la acción artística. Sensaciones nuevas en el grabado, en el que se intuye el calor y la huella humana.

Un universo de ombligos. Un mundo lleno de vida, un libro de poemas estampados…

Yo, como otras muchas personas estamos en esta obra, quizá toda la humanidad. Estoy segura de que mi ombligo está ahí, pero no lo encuentro. Es redondo y pequeño, como yo, no por redonda pero si por pequeña.

María Marco